Juan Reinon
Traducción Española : Geopolítica de los paraísos fiscales.
Valérie Bugault, traducida por Juan Reinon.
Introducción
El termino “paraíso fiscal se mencionó en un artículo anterior dedicado a la geopolítica de la optimización fiscal, lo que no es de extrañar, porque la existencia misma de este concepto está indisolublemente ligada al comercio y los beneficios que genera. Sin embargo, a pesar de que este término no haya sido definido en su momento, vale la pena detenerse un momento en el contexto histórico y geopolítico en el que se enmarcan los paraísos fiscales. El objetivo de este texto no es detallar la legislación francesa, europea u otras relativas a la lucha contra la evasión fiscal, sino mostrar el papel y la evolución de los paraísos fiscales en la arquitectura económica y comercial mundial pasada, actual y futura.
La definición de paraíso fiscal generalmente varía dependiendo de las organizaciones interesadas en él[1]. Sin embargo, desde el G20 de Londres de 2009, la definición dada por la OCDE en 2001 estableció un consenso a nivel internacional[2]. Esta definición se centra en los siguientes cuatro criterios: 1° la ausencia de tributación, o la presencia de tributos insignificantes, en el caso de paraísos fiscales, y la baja o nula tributación efectiva de las rentas consideradas en el caso de regímenes preferenciales; 2° la ausencia de un intercambio efectivo de información; 3° la falta de transparencia; 4° la inexistencia de actividades sustanciales, en el caso de paraísos fiscales, y las prácticas de delimitación en el caso de regímenes fiscales preferenciales.
En general[3], los principales elementos que permiten identificar un paraíso fiscal son: el secreto bancario oponible a los Estados, una tributación particularmente reducida o hasta nula sobre los no residentes, una legislación permisiva en cuanto a la opacidad de los propietarios de los fondos depositados y la ausencia de intercambio de información tributaria con terceros países.
Hasta mediados del siglo XX, los paraísos fiscales occidentales tradicionales existían al margen, extraoficialmente, y no eran un engranaje esencial en la economía. Este primer tipo de paraíso fiscal estaba esencialmente dominado por estados independientes.
En la segunda mitad del siglo XX, los principales banqueros occidentales dirigieron, a través de los Estados Unidos[4], sus estados satélites y las organizaciones internacionales que habían establecido, una guerra despiadada contra los paraísos fiscales basados en cuentas numeradas, permitiendo una inmensa concentración de dinero disponible en manos de los principales banqueros del planeta, que pasaron a actuar en paraísos organizados en torno a fideicomisos anónimos.
La diferencia entre antes y después de la Segunda Guerra Mundial es significativa. La dominación estadounidense ha cambiado profundamente tanto la cantidad como la calidad de los paraísos fiscales. En cantidad, el número de estados independientes considerados paraísos fiscales, ha experimentado un aumento espectacular. En términos cualitativos, los paraísos fiscales anglosajones han adquirido estatus social: se han convertido en parte integral de la organización económico-política global deseada por los mayores capitalistas occidentales que controlan la Fed, los distintos bancos centrales, el BRI y las instituciones financieras internacionales salidas de los acuerdos de Bretton Woods. Este fenómeno acompañó la fusión de los viejos imperios europeos, todos más o menos incorporados al método de dominación financiera anglosajona. Este dominio permitió una transmutación de la noción misma de imperialismo: de político, se ha convertido en financiero.
Presentaremos la génesis e historia de los paraísos fiscales antes de describir su papel geopolítico.