Juan Reinon
Traducción Española : La empresa bancaria, el instrumento legal del desorden político global
Valérie Bugault, traducida por Juan Reinon.
Introducción
Los bancos son el elemento preponderante en el sistema de concentración de capitales y de utilización del capital concentrado. Adquirieron la posibilidad de establecer regulaciones económicas muy favorables para ellos y sistemas de control puramente formales de sus actividades. La organización de vastas transferencias legales de capital en beneficio de los dueños de los principales bancos, que también poseen -gracias al anonimato de ciertas empresas y fideicomisos- muchas otras empresas, permite a su vez acelerar la concentración de capital en todos los campos de la economía (medios de comunicación, agroalimentaria, farmacéutica, química, transporte, minería, etc.) mediante, en concreto, fusiones y adquisiciones pero también compras en apalancamiento llamadas LBO, cuyos principales actores son los servicios jurídicos de los bancos de inversión.
El sistema de salvaguarda de los intereses bancarios está perfectamente disfrazado bajo una acumulación de supuestos controles y reglas, a cada cual más técnico. Estas diferentes etapas han permitido a su vez la implementación de ciertos mecanismos de expolio de las masas, que condujeron rápidamente a una dominación política total.
La élite financiera occidental se encuentra hoy en una posición de dominación social que no tiene parangón en la historia. Nunca la aristocracia o la monarquía concentraron ni controlaron hasta tal punto los mecanismos de funcionamiento de la sociedad. El Antiguo Régimen compartía la dominación social entre las armas, en poder de los aristócratas – la nobleza de espada pronto se mezcló con los hombres de ley, la llamada nobleza de túnica – y las almas, en poder de la Iglesia Católica Romana. Si bien hay que admitir que las mismas familias compartían la mayor parte de los altos cargos del ejército y del clero, los contrapoderes, en particular comerciales, existían y el nivel de desarrollo tecnológico no permitía el control total que presenciamos hoy en día.
En el siglo XXI, una larga experiencia de la dominación y un particular refinamiento de los mecanismos legales de control, todo combinado con desarrollos tecnológicos recientes, hacen que la dominación bancaria mundial sea particularmente preocupante para las libertades humanas y colectivas, en particular la libertad de los pueblos para disponer de sí mismos; conceptos condenados a desaparecer al ritmo, inculcado por los dueños de los principales bancos, del toque de campana que anuncia el fin de la noción de Estado.
Analizaremos en primer lugar los mecanismos jurídicos del funcionamiento elemental de la banca y, en segundo lugar, las consecuencias del enriquecimiento y de la máxima concentración del capital por parte de los bancos.